miércoles, 20 de marzo de 2013

HOY TOCA SER FELIZ

Hoy, la web me ha chivado que es el día de la felicidad. Pues a ser feliz se ha dicho. Y no es cosa baladí. Hay estudios sobre la felicidad, muy sesudos y otros no tanto. Se estudia su proceso, su génesis, su influencia en la salud, en la empresa, en la pareja, en el sexo, etc.

Hay psicólogos de la felicidad, estudiosos de la economía de la felicidad, el coaching busca también la felicidad en alguna de sus vertientes. Hay artistas que buscan plasmarla o beber de ella. 

Se celebra gracias a la aprobación de la Asamblea General de la ONU. Tras proponerlo el primer ministro de Bután. Y no es una tontería, pues Bután es el país más feliz de Asia y el octavo del mundo (¿Dónde estaremos los españolitos, antes tan felices?). Que las festividades ya no las marca sólo el santoral vaticano. 

Reconozcamoslo, algunas mañanas es difícil creer en la felicidad, más allá de ser el Santo Grial del milenio. Pero hay que intentarlo. No hace falta, no debería, que nos lo digan en la ONU. Desde siempre, los españoles conocemos el poder de la felicidad. De la risa, de la alegría. Tendríamos dos duros, pero nos reíamos, celebrábamos, cantábamos. ¿Quién nos robó la felicidad de las pequeñas cosas?¿Quién nos engañó con grandes planes, grandes proyectos, grandes ciudades, grandes cuentas, grandes perlas?.

La felicidad, dicen, que no es un estado sino un pequeño momento, un instante. Pero nadie ha dicho que no podamos llenar la vida de millones de esos pequeños momentos. Sólo tenemos que darnos cuenta de su presencia y su fugacidad. Sonríe siempre que puedas. Llama a tus amigos, a la familia. Pasea. Escucha música. Disfruta de un ratito tirada en el sofá. Déjate llevar por los dibujos de tus hijos o tus nietos. Aprovecha para ver tu peli favorita. 

Hay un montón de cosas que nos pueden ayudar. Dejemos que entren por puertas y ventanas. Recuperemos ese gran espíritu español. Esa alegría, esas ganas de vivir. Porque si busco un poco puedo poner sobre la mesa unos cuantos estudios sesudos que demuestran el efecto beneficioso de la felicidad.

Ser felices, hoy y mañana. Las autoridades sanitarias dicen que es bueno para la salud -algo que ya sabíamos sin ser tan sabios-.

martes, 19 de marzo de 2013

MI MADRE NO VA A FISIOTERAPIA


Hace un par de días, me llamó por teléfono la hija de una residente. Con un punto de mosqueo, y yo creo que tirando a matar, me espetó:


- Mi madre no va a fisioterapia ¿verdad?
- Puede - empecé algo perpleja- ¿Quién es su madre? -Se les olvida que aquí tenemos más de cien "madres" potenciales, y que por teléfono el parecido físico es bastante difícil de sacar-.
- Marcela Troyano.
- Pues Marcela si que viene. Y, si no recuerdo mal, dos días a la semana.
- Pues me extraña, porque no colaborará y no estaba en su lista semanal - casi sonó con un triunfal "¡Te pillé!-, que vi cuando pasé por allí.
- ¿Lista semanal? Yo no tengo lista semanal - ¿De dónde se habría sacado tal cosa?-. Y colaborar, colabora poco, si por...
- Claro que colabora poco, porque el otro día fui por la mañana y estaba totalmente drogada.
- ¿Qué?¿Drogada? - sonaba a una residencia oscura e ilegal, llena de abuelos yonkis-.
- Si, si. Normalmente voy por la tarde. Pero el sábado no podía ir por la tarde y fui por la mañana. Mi madre estaba totalmente drogada. Yo le preguntaba si tenía sueño y respondía como que era otra cosa.
- El tema de la medicación lo lleva el médico -como en toda residencia que se precie de ser legal-, pero le digo que hay muchas causas para que una residente esté somnolienta por la mañana. Un ejemplo, las infecciones de orina... Pero ya le digo, es la primera noticia que tengo. Aquí acude con normalidad. La traemos, y claro, seguir órdenes como que no. Dado su avanzado deterioro cognitivo. Sin embargo, por imitación si que conseguimos que participe en los ejercicios.
- ¿Ah, si?
- Si. Y, que yo recuerde, nunca ha estado en el estado que usted refiere. Habla menos, eso si. También parece que ha perdido audición últimamente.
-...
-...

La conversación se prolongó más del tiempo que yo hubiera deseado. Pues hay temas que no soy quién para tratar y menos por teléfono. Lo que me llama la atención es la presunción de la ausencia de cuidados. De mal cuidado, si radicalizamos un poquito el discurso.

Los pacientes con deterioro cognitivo, tipo Alzheimer o cualquier otro (que hay más mundo dentro del deterioro cognitivo), puede que no comprendan órdenes sencillas, puede que no te hablen, que parezca difícil establecer una comunicación fluida. Más, si está ya en un estadío avanzado. Pero de ahí a que no hagan terapia, activa o asistida, media un mundo y medio.

El profesional que se marca unos objetivos con un paciente de este tipo, emplea todas las técnicas y las herramientas que conoce -ortodoxas y no tanto- y que tiene a su alcance. Pelotas, paralelas, picas, repetición, imitación, canciones, etc. Con el único objetivo de llevar a buen puerto una sesión de fisioterapia.

Lo que no podemos pretender es que si va a fisioterapia, esta consiga hacer retroceder el inexorable avance de la enfermedad. Lo que si conseguimos es mantener más tiempo las capacidades y la funcionalidad. Mantener, y en algunos casos, recuperarla. Pero a nivel de funcionalidad, de autonomía, pues el deterioro a nivel de SNC está ahí.

Invito a preguntar, a cualquier familiar que quiera saber y aprender, al fisioterapeuta que lleva el tratamiento de su familiar. Pregúntele qué ejercicios o actividades pueden hacer en los horarios de visita. Porque muchas veces, el problema es también sentirse inútiles ante la enfermedad de un ser querido. Y saber que lo que haces tiene un sentido es muy importante. 

martes, 5 de marzo de 2013

MEDITERRÁNEO


Desde mi primer trabajo, allá por el siglo XVIII, siempre he trabajado con música. Concretamente con la radio. Y ya pasamos de veinte años de ejercicio profesional (¡Santo Dios!¡Veinte años!).

Ya llevo quince años en esta residencia y no he cambiado la costumbre. Pero hace nada pillé un cadena de radio con música "menos moderna". Y se la planté a mis pacientes.

Gracias a ella, mi paciente con problemas de habla se arrancó a tararear una coplilla. Y otros tantos le hicieron los coros.

No olvidemos los usos y costumbres, para ayudarnos en los tratamientos. Las tradiciones, los cantantes, las películas, las historias de su juventud. Todo ello lo podemos introducir en nuestra dinámica.

¿Qué buscamos? Mejorar la predisposición de nuestros pacientes, la empatía. Ayudarnos con un mejor estado de ánimo. 

Aunque no seamos expertos en musicoterapia, la música es una buena herramienta auxiliar en nuestro trabajo como fisioterapeutas.