domingo, 13 de noviembre de 2016

¿LA VEJEZ ESTÁ DE MODA?

Están de moda. Si, como cada vez son más, era cuestión de tiempo que nos fijáramos en ellos. Para que ellos se fijaran en nosotros. Mayores felices, mayores con estilo. Mayores con personalidad, con poder adquisitivo.

Ahí están las marcas para hacernos más apetecible la vejez. Esos mayores con personalidad, independientes, inteligentes, con energía y seguridad. 

Bueno, para variar no está mal. En lugar de jovencitas famélicas, ancianas saludables y libres. En lugar de esos modelos que parecen enfadados con todo el mundo, hombres mayores de risa franca y camisa floreada, con el pecho canoso al descubierto.

Si, no está mal.

Eso si, que se mantengan así por mucho tiempo. Que Dios, Alá, Buda, el destino o la Fuerza, les mantenga tan lozanos.

Porque cuando la dependencia aparece por la puerta, toda la sociedad salta por la ventana. Los sindicatos, los partidos, las consejerías, los ministerios y los gobiernos. Todos corren en dirección opuesta al punto que ocupa.

Pero no nos bajemos de la foto.

Nosotros también nos escabullimos, como alma que lleva el diablo. Porque todos ellos y lo que hacen, lo hacen con nuestro visto bueno. Con nuestra condescendencia. Sino con nuestro apoyo. Están ahí, no nos quejemos, no protestemos. Nosotros les hemos puesto ahí. Somos así. Y todo aquel que intente algo, muere ahogado por el aparato implacable de la jerarquía, la estructura, la inercia...

Dicen por ahí "Todo el mundo quiere llegar a viejo. Pero nadie quiere serlo".
Dios nos pille confesados. Quiera Él que participemos en esos anuncios y nuestra muerte sea rápida e indolora.

Porque si nos cubre la patina de la dependencia, sabremos lo que son los recortes, el profesional que trabaja ahí porque no hay otra cosa mejor -que mole más-, los profesionales quemados por falta de todo, la soledad, la medicación que realmente no está pensada para pluripatologías, la falta de adaptación de los espacios, los tópicos, las limitaciones que vienen de todas partes, etc.

La vejez no mola, no viste.

Pero mientras, que vistan todos esos modelos de mayores estupendos con sus trajes y sus gafas.



lunes, 2 de mayo de 2016

FISIOTERAPIA DE VERDAD Y NO LA GERIÁTRICA

Hace unos días, visitando una residencia de mayores asistidos (muy asistidos), me crucé con la fisioterapeuta del centro, conocida de hace años. No se quedaba al almuerzo festivo, tenía otro trabajo por la tarde. Unas horas, pero fisioterapia de verdad, que le daban la vida profesionalmente. Me explicó que el trabajo en la residencia le resultaba frustrante, que no conseguía nada. Y lo poco que conseguía no se utilizaba en planta. 

Me entristeció. Se que es buena profesional, que se esfuerza día a día por dar lo mejor en la sala de la residencia. Entonces ¿Qué pasa con la fisioterapia en geriatría?

La fisioterapia está en pleno crecimiento dentro de la geriatría. Se requiere de profesionales en todos los ámbitos -dejemos a parte la remuneración, la carga de trabajo, el conocimiento real del trabajo que desempeña por parte de los jefes...-. Sin embargo, no se siente en la profesión como una opción tan válida como las demás. Como si fuera de menos lustre. Mola más la deportiva, la hospitalaria, la pediátrica. Cualquier otra ¨mola más¨. 

Creo que el desconocimiento sobre la fisioterapia en el campo de la geriatría es inmenso. Muchos creen que es hacer lo mismo que en hospital, pero siempre con pacientes viejunos. Tratas una fractura, una insuficiencia respiratoria, un ictus, etc.

Otros creen que es eso tan en boga, del envejecimiento activo. Un montón de mozos y mozas canosos, que hacen ejercicio, suben brincando las escaleras del parque para jugar con sus nietos  y ganarles a comer gominolas.

Otros creen que es algo tétrico, triste, porque trabajas con personas con un pie en el otro barrio y con los que no puedes conseguir nada.

La fisioterapia en geriatría es todo eso y mucho más, menos tétrica. 

Hay que redescubrir una disciplina intensa, amplia y variada. Es una disciplina o especialidad, dentro de la fisioterapia, no tanto por las técnicas especiales y únicas (la técnica mili o la técnica Pili), como por los modos de aplicación de esas técnicas y su adaptación a unas especifidades propias del envejecimiento. Engloba todos los aspectos de la persona y la salud, todas las partes del proceso de atención a la persona. Pero también hay que trabajar multidisciplinariamente, y de manera holística. Hay que saber valorar la funcionalidad, la independencia, las variaciones en todos los órganos y aparatos.

Y no es lo mismo tratar con uno de esos mayores que van a todas partes, con la cámara, la toalla y las deportivas. Que tratar con los grandes incapacitados, con aquellos que tienen una movilidad reducida. Y si quieres aplicar los mismos objetivos a unos y a otros es frustrante. Y en ambos casos, la fisioterapia ha de estar presente. Es imprescindible. Y más en este último grupo. 

Pero ¿Qué vamos a conseguir con gente que no camina, que no come, que no es continente? Pues tendremos que sentarnos a meditar qué puede hacer la fisioterapia por ellos. 

¿Os imagináis que un fisio en palitivos buscara otro trabajo porque no consigue nada? O puede que en paliativos tengamos mucho más claros los objetivos. Unos objetivos bien grandes y bien importantes: calidad de vida, comodidad, alivio sintomático...

Pues si en el proceso final de la vida -en un centro hospitalario- es tan importante, tanto más en uno de nuestros centros con usuarios asistidos y grandes dependientes.

La fisioterapia en geriatría abarca un rango de edad muy grande, con unas variaciones funcionales enormes. Es necesario profundizar en el proceso de envejecimiento, que es algo fisiológico -no es enfermedad- y en las patologías que se presentan. Tanto las comunes con otras etapas de la vida, como aquellas más frecuentes en edades avanzadas. Teniendo en cuenta que hay una variable muy importante, las patologías trascienden los órganos y sistemas. Se requiere un gran control de todas esas implicaciones para poder hacer un tratamiento correcto.

El objetivo del tratamiento es mantener la funcionalidad al máximo, conseguir la máxima autonomía en las actividades de la vida diaria, dar calidad de vida SIEMPRE. Independientemente del punto en el que se encuentre.

Repensemos una especialidad, cursos de formación en este campo tan complejo, etc. Apenas si encuentras algo.

Siento envidia sana de esas jornadas del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Catalunya  

Hay un gran futuro en el campo de la geriatría. Y necesita que se le ponga el foco.