domingo, 8 de febrero de 2015

Son cosas de la edad





Hace un rato, me contaba una amiga que su padre no es el mismo. Ahora corre que se las pela, sube cuestas, duerme menos, está más activo. Una joyita vamos. Y eso que va para mayorzote. Porque lo de rejuvenecer sólo pasa en algunas películas y obras de teatro.

¿Qué le ha pasado al padre de mi amiga? Pues que le han puesto un marcapasos. Y todo lo que era pensar " Ya voy viejo" era una automentira. Apoyada por el "ya vas mayor" y el "¿qué esperas? viene con los años".

Cada vez más cansado, cada vez más horas de siesta y más tardes de tele. Poco a poco se fue recortando él, justificandose. Cada noche daba la razón a los que decían que son cosas de la edad y que hay que resignarse.
...

Pues no. No señores. La vida de los mayores no es enfermedad. No es un montón de contínuos y bruscos recortes. Hay que escuchar al cuerpo y hacer las pruebas necesarias. No regateemos en la consulta, ni zanjemos nuestro trabajo con ellos. No perdamos la perspectiva. Tiene derecho a un buen diagnóstico y una buen tratamiento. 

Recordar: envejecer no es una enfermedad.

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo: la edad está en la mente, no tanto en el cuerpo.
    Besos!

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  2. En una proporción superior a lo que la gente imagina.

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  3. Hola,
    totalmente de acuerdo con vosotras. El envejecimiento no es igual a estar enfermo, o tener enfermedades. Es un proceso biológico natural. Todo en esta vida es cuestión de actudes, mentalidades. Hay personas que en sus 99 años pueden ir aún con biscicleta y otros que se quedan sentados en una cilla y no dan valor al poder ser autonomos, emparandose que son viejos y durante su larga vida ya lo han hecho todo.
    Hay que sigue disfrutando de la vida, aprendiendo a usar los ordenadores y realizando las actividades que pueden.

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