lunes, 26 de diciembre de 2011

MOTIVO DE DERIVACIÓN: PETICIÓN FAMILIAR


Hace unos días, me desayuné con la solicitud de valoración de una residente. El médico del otro turno, me solicitaba tratamiento para una persona -a la que, por otro lado, ya estaba tratando-. Hasta ahí todo normal.


Normalmente, me solicita valoración de fisioterapia para ser incluido en algún programa de tratamiento. Bien sea para evitar la inmovilidad, para recuperar tras una fractura, una prótesis, un acva, etc.

Lo que me sorprende es que me deriven a una residente "A petición de la familia". Ese único motivo de derivación, no implica la causa sobre la que puedo actuar, no me indica qué ha visto en su exploración el doctor. Es más, no me dice que haya existido una valoración médica.
Y me dice muy poco. 

No se me ocurre derivar a nadie a la consulta médica, porque la familia me ha pedido que lo haga. Si les digo que acudan es porque observo algo que no es de mi competencia, algo que no cuadra, dudas que no se resolver, síntomas que se salen de mis posibilidades, etc. 
Y me molesta, en parte, que se realice de esta manera, porque me parece poco serio. La familia está en su derecho a solicitar que su familiar sea derivado a fisioterapia. Pero se hace necesaria una exploración, un motivo médico, algo, que lo justifique. Ya no digo que esté o no de acuerdo el doctor.

Por otro lado, asistiendo ya a tratamiento, me sorprendió que no hablaran conmigo. Si encima tenemos en cuenta que la relación es muy buena. Si el tratamiento genera dudas o inquietud, creo que soy bastante accesible para que se me pregunte. Pero bueno, cada uno es como es. 

El conocimiento de los efectos beneficiosos de la fisioterapia son cada vez más conocidos por la población. Puede que la familia quisiera ampliar el tratamiento a algo más global, que no sólo el brazo roto. Esto ya sería un buen punto de partida para una valoración médica, sobre el estado general, deteriorado o no. Entonces ya tiene más sentido. Otra cosa es que yo pueda dedicar mucho más tiempo a un sólo residente, teniendo todos los que ya tengo en tratamiento o esperando. Pero bueno, eso es harina de otro costal.