Nos llena de orgullo y satisfacción, saber que el rey ha iniciado su tratamiento fisioterápico el mismo sábado, horas después de su intervención. Y todo porque quieren una recuperación buena y rápida.
¿Qué profesional se queda tal cual, con tan buena valoración de su profesión?
Después vas a tu trabajo y ¡ZAS! la realidad te da en toda la boca. Hay pacientes y pacientes. Operaciones y operaciones. Derivaciones y ...
El rey necesitaba que pusieran a tono su flamante nueva cadera. Con 74 años, desde mi experiencia en geriatría, puedo decir que no es viejo. Le queda mucha guerra por dar (va sin segundas). Y me parece perfecto que le den de lo bueno, lo mejor. Actualmente, una prótesis de cadera devuelve la vida a muchas personas limitadas en movilidad y con dolores intensos. Y el rey no iba a ser menos.
Sin embargo, no termino de pillar el concepto variable de la derivación a fisioterapia. Es decir, unos tanto y otros tan poco. Si eres deportista de seis mil euros la articulación, rey, noble o similar, la fisioterapia es intensiva, vital, eficaz, necesaria, fiable, etc...
Pero si eres un viejete normalico, con tu pensión y tus nietos. Mejor te recuperas caminando tu solito, por casa y esas cosas. Total, qué vas a esperar, con ochenta años, de tu artrósica rodilla, o de tus gastados pulmones o tu trabajado corazón. Ya digo, salvo que seas un importante o valgas tu peso en oro.
Si eres una persona anónima, mejor espera a que ceda la contractura y el dolor para ir a un fisio. No, no vayas a fisioterapia que hacen daño (¿El resto de sanitarios NUNCA causan dolor, ni en las curas, ni cuando han operado, ni en las exploraciones, ni en las manipulaciones, ¡vamos! Algunas veces no queda más remedio). No vayas a fisioterapia porque estás con reposo y esa articulación no puede moverse (y del resto de articulaciones, órganos y aparatos ni hablamos, claro). No merece la pena que te prepares para una cirugía, que te enseñen a toser, a movilizarte, a cuidarte.
Nada de basarse en la evidencia. Sólo en la cuenta corriente del paciente. O es que si parece humilde, y no puede llegar a tiempo a superar la laaarga lista de espera, no puede acudir a un profesional privado. Eso me hace pensar que el rey no ha tenido que pasar por la ignominiosa lista de espera. Ah, no, que en la Quirón no hay lista de espera. Se me olvidaba.
Si mi trabajo y mi esfuerzo es bueno para unos, lo es igualmente para el resto de los mortales ¿A quién se lo tengo que grabar a fuego?