miércoles, 27 de junio de 2012

¡TACHANNN! Y AQUÍ EL GIMNASIO.

Ya me he acostumbrado a que una compañera, cuando hace los preingresos en la residencia, asome a cabeza por el departamento. Lo que no significa que me dirija la palabra. Con unos cuantos desconocidos con cara de situación y ansiedad detrás de ella.
Y le oigo como presenta "Y este es el gimnasio, donde vendrá a hacer la fisioterapia". Y se queda más ancha que larga. El personal asoma la cabeza, mira sin saber muy bien qué hacer y se van todos a otra parada de la visita turística.
No hago caso ya de la mala educación. No sólo no saludarme, ni presentarme, o directamente hacerme el vacío. Tampoco da un toquecito a la puerta. Ni se cuida de lo que pueda estar pasando de puertas para dentro.

Lo que me fastidia es la expectativa que crea. Me consta que ha llegado a decir que vendrían diariamente a ser tratados por mi. Está claro que la gente pregunta por la fisioterapia que hay en el centro, si es que hay. A las familias les preocupa. Ya bien sea por complejo de culpa por "abandonar" a su familiar en una residencia, bien sea porque lo consideran vital, bien sea porque cuanto más haya mejor.

Me fastidia porque sólo hay una fisioterapeuta. Porque tengo una técnico media jornada al día. Si falta, aquí nadie aparece para echar una mano, ni está programado por los superiores, faltaría más. Porque todos los usuarios de la residencia se beneficiarían de un programa personalizado que no abarco.

Me fastidia porque la administración queda estupendamente, ofertando una residencia con fisioterapia -se les llena la boca-. Incluso pasan por los departamentos para hacerse la foto y aparecemos en las revistas.

Me fastidia porque lo que puedo conseguir, se ve mermado en gran medida por esa limitación de personal. 

Me fastidia porque somos estupendos y maravillosos, y conseguimos que la gente vuelva a caminar, que coman, que se rasquen, que se levanten de la silla, que se mantengan derechos en la silla de ruedas, etc. Pero no tan maravillosos como para que se intente mejorar el departamento -me refiero a algo más que no sea decirme "tenemos que estar a la altura de los nuevos retos" Porque ya lo estoy intentando desde que entré y me responsabilicé.

Me fastidia porque cuando no doy a basto y un residente o un familiar se quejan con/sin razón, la solución es una orden de dirección diciendo que he de tratar a no-se-quién o aplicar no-se-qué cosa. Sin pedir opinión, sin preguntar, y casi sin hablar.

Me fastidia y me aguanto. Lo que no se es hasta cuando... Si hasta jubilarme, hasta que me echen, o hasta mañana mismo (si me toca una primitiva de las buenas).


lunes, 25 de junio de 2012

OPOSITA QUE ALGO QUEDA

Ahora que todo va "como va", los denostados puestos de funcionario o personal del estado/comunidad/ayuntamiento en general, se miran con golosería.

Cuando todos ganaban un montón y les subían el sueldo unos porcentajes más que decentes, miraban al personal de la administración con pena, con cierta condescendencia. Los pringadetes.

Ahora la cosa ha cambiado y todos somos culpables de los males de España. Que no digo yo que no tengamos nuestra parte. Pero lo nuestro siempre ha sido sota-caballo-rey. 

Bueno, no importa. El caso es que ahora salen convocatorias de oposiciones. Pocas y con años de retraso. Y hay que pillar una plaza. Como sea. Y nos acercamos a una academia a por los temarios y es donde me surgen los dilemas. Y, desde la barrera, me surgen preguntas.

Porque las convocatorias/temarios, tienen años desde que salieron. Y, claro, la ciencia avanza que es una barbaridad. Mi pregunta es ¿los temarios avanzan con los tiempos? ¿Si te los preparas por libre y con los tiempos, no estarás malpreparándote?

Además, los miembros del tribunal ¿De dónde sacan las preguntas?¿De su conocimiento?¿De currarse las preguntas en bases de datos, libros, artículos? Si no me equivoco, ni tienen por qué tener la misma titulación que las plazas  que salen a oposición.

He revisado el temario de una oposición y, no es que yo sea una experta en temarios (oposité hace veinte años), pero veo que son un poco liosos. ¿De dónde se extrae el listado? Porque hablar de fisioterapia en traumatología por un lado y, por otro, de fisioterapia en patologías osteoarticulares. Son temas que se solapan ¿no? Digo yo que se podían decantar por campos médicos o por estructuras corporales, pero no por las dos.

Y si el listado de temas es así ¿Cómo será el desarrollo?
Preguntas, preguntas y con múltiples respuestas -todas ciertas o todas falsas-.



jueves, 14 de junio de 2012

UNA DE PARAFINA POR LA GRACIA DE DIOS.

Hace una semana escasa, se plantó  mi jefe en el departamento. Extraño, no suele pisarlo mucho. Así que, si lo pisa "nada bueno". El caso es que me espeta:

- ¿Hay que comprar parafina?
- No - Respondo sorprendida.
- Pues hay que empezar a darsela a Zutanita.
- ¿EH?
- Si, que ha ido al director a quejarse y éste me ha dicho a mi que te diga que se lo des.
Encogiéndome de hombros respondí - Ah, vale. Sin problema.

Con las mismas, dio media vuelta y desapareció por la puerta, tan rápido como entró.

Así es la nueva forma de pautar los tratamientos en mi centro. ¿Quién necesita protocolos, equipos, profesionales, o médicos? Basta con un director (Si, es enfermero, pero dudo mucho que ejerciera durante mucho tiempo. Y eso pasó hace lustros), para responder eficazmente a las necesidades del usuario.

¿Acaso me llamó para preguntar por la situación? NO.
¿Me llamó/escribió/hizo señales de humo para informarme de la queja de la residente? NO.
¿Conoce el historial médico de la usuaria?¿Sabe si se le aplicó el tratamiento con anterioridad y dio o no resultado beneficioso?¿Sabe si no se le pone por algún "oscuro" problema de la fisioterapeuta? NO, NO y NO.

Tranquilos, hemos iniciado un bloque de 15 sesiones de baños de parafina. No lo tiene contraindicado y las veces anteriores le sentó bien (pan para hoy...). Pero mi "oscura" intención de conseguir que hiciera algo más, que pudiera beneficiarla, algún programa que llevaba entre manos para activarla, se han ido al garete. 

¡Vivaaaaaaaaaaaaaa!