jueves, 22 de agosto de 2013

YO NO DOY MASAJES (FALTARÍA MÁS)

Seguimos un poco revolucionados los fisioterapeutas... Bueno, los fisioterapeutas 2.0... Bueno los fisioterapeutas 2.0 de twitter... Bueno los fisioterapeutas 2.0 de twitter con los que me hablo... Si esos son los que me constan que andan revolucionados. Y en Facebook o en Linkedin (que somos los mismos, pero con un aspecto más festivo y profesional).

Así de modernos que somos. Hablando de llevar la profesión hacia delante, proyectarla, unificarla, etc. Y que no hay manera, como ya esbocé en la entrada anterior

Lo que parece que todos tenemos claro es que n-o--s-o-m-o-s--m-a-s-a-j-i-s-t-a-s y, por tanto, NO DAMOS MASAJES hombreporfavor. A ver si nos van a confundir.

A lo sumo, hacemos drenaje linfático manual, movilizamos la fascia o nos estiramos con el Cyriax. Pero de masajes ¡NADA! ¡A LA HOGUERA! Con los libros donde hablan del masaje como parte de las técnicas de fisioterapia. Antiguos, eso es lo que sois, si los dais.

Aquí sólo da masajes Pablo y punto.

Es como la jaula de Rocher. Puedes tenerla, pero usarla ¡Nunca! Y si lo haces, que quede claro que es porque te obligan. Que tú todo lo haces con terapia manual y tratamientos individuales -si puedes, te dejan y tienes pocos pacientes, claro. Detallitos-.

Como bien habéis imaginado, ni tengo jaula de Rocher, ni doy masajes. Aunque forme parte de mi arsenal terapéutico. Aunque esté reivindicando a todas horas que formo parte de la única profesión capacitada para aplicarlos de manera terapéutica y óptima. Puedo, soy la indicada... pero no me da la gana.

¿Qué puede estar indicado en el tratamiento que tengo entre manos? ¿Y? que no, que no lo doy que eso es muy pasivo. Que sólo vienen a darse masajes porque les mola. No, no Y no. Que soy una fisioterapeuta moderna. Bueno, vale, si se pone muy pesado el paciente le hago Cyriax.

Peeero, si este blog fuera una sala, con las sillas haciendo círculo. Con una mesa al fondo, con café y galletas (muy americano de autoayuda). Me levantaría, os miraría a todos y después al suelo, para decir:

- Hola... Me llamo Olga... Soy fisioterapeuta... Y doy masajes.

Sólo espero recibir un "TE QUEREMOS OLGA".


sábado, 10 de agosto de 2013

DEFINE FISIOTERAPIA Y HABLAMOS

Esta semana, por twitter (últimamente ¿Dónde si no?), surgió un buen tema de conversación. Cómo mejorar, cómo unificar, cómo ser una, grande y fuerte... FISIOTERAPIA. No cien pequeñitas y cabreadas.

Las ideas fueron buenos, esbozos, orientaciones. Pero twitter se queda corto para algunas cosas. Hacerlo en persona es delicado, para evitar que surjan las "nacionalidades" entendidas como reductos de exclusividad profesional "Que si yo soy fisioterapeuta... Que si yo osteópata... Que si yo acupuntor... Que si yo linfoterapeuta... Que si la abuela fuma".

Así no vamos a ninguna parte.

Propuse el encontrar un mínimo común denominador.

Miremos a nuestro alrededor y veamos que hacen otros colectivos. Cómo lo llevan. Cómo se les identifica. Cómo se identifican. Hummmm ¿Los médicos? Venga va, veamos su "modus operandi".

Todos son médicos, pero si preguntas responden "soy pediatra. Traumatólogo. Geriatra. De familia..." Y tú, lo que entiendes es "soy médico pediatra, médico traumatólogo, médico geriatra, médico de familia..." 

Nadie pregunta "Si, traumatólogo. Pero ¿Eres médico? Porque me han dicho que me viene bien un traumatólogo, pero que sea médico". Eh, eh, cuántos hacéis esa pregunta... Ya me parecía a mi. O no le dices a ninguno "¿Eres médico o reumatólogo? Porque me han dicho que es un reumatólogo el que tiene que verme?"... Tampoco ¿Verdad? Hasta los naturópatas y los homéopatas, son médicos homeópatas o naturópatas.


No hay fisioterapeutas de academia. Ni de cursito. Hay personajes que dicen que son osteópatas queenamericaescarrera... pero aquí no.

Hay personas que hacen drenaje linfático manual... en la peluquería, a la vez que te depilan y te liman las uñas. Pero no están capacitadas para "tratar" problemas de salud. 


TODOS nosotros somos fisioterapeutas. Todos estamos más o menos orgullosos de serlo. Pero, después, unos hicieron osteopatía, otros DLM, otros Bobath, Mezier, Mulligan, RPG, neurotape o el tradicional daleramón (Bueno éste último, no se estudia, se degenera hasta él).

Puede picar a alguien, pero la acupuntura, en España, no es fisioterapia, ni la moxibustión, ni el pilates, ni la psicomotricidad como tal, ni la homeopatía, etc.

DISTINTO es que un fisioterapeuta lo estudie y lo aplique. Líbreme el cielo de prohibir a nadie estudiar lo que le gusta, o en lo que cree. Pero será un fisioterapeuta que también es acupuntor, homeópata, psicomotricista, monitor de pilates, etc. Porque para ser acupuntor, psicomotricista, monitor de pilates o experto en flores de bach, no se exige ser fisioterapeuta y sino te quedas fuera. 

Creo que nuestro título debe llenarnos de orgullo, porque nos ha traído hasta donde estamos. Y, a partir de él, poner si queremos un apellido.

Yo soy fisioterapeuta, pero también hice osteopatía, DLM, pilates, neurología,... Y trabajo a nivel de fisioterapia general y en geriatría. Me defino más por mis áreas de trabajo que por mis estudios. Quizá porque hice varios postgrados y porque me encanta aplicar todo lo que se a mis pacientes. Lo que necesitan de todo lo que se. Porque pocas cosas se pueden solucionar SOLO con una técnica, si no tuviéramos todo nuestro bagaje profesional y de formación detrás.

Qué es la fisioterapia y qué el acto fisioterápico Y, a partir de ahí, hablamos de especialidades. Bien sea desde el punto de vista médico o técnico. Ese tema habrá que unificarlo también, de cara a buscar el desarrollo de la carrera profesional y las especialidades. Pero eso ya es demasiada harina para este costal.

TODOS SOMOS FISIOTERAPEUTAS.


lunes, 5 de agosto de 2013

PABLO-PACIENTES. O CUANDO EL PROBLEMA HAY QUE HABLARLO

Han vuelto Pablo, sus tratamientos, sus pacientes, sus amigos y "sus cosillas". En Twitter nos echamos unas risas, a costa de ciertas "licencias" de los guionistas. Unas veces se nos saltan las lágrimas de pura envidia -¡Cómo duelen esos 90€ por sesión! que no hemos superado todavía-. Otras veces se nos afila el humor con su forma de diagnosticar. Y esa extraña manía de curarlo todo con masajes -da igual que sea una persona parapléjica, una contractura, un hematoma perdido por el sistema nervioso, etc. No sabemos si son sus manos, su técnica o esa maravillosa crema.

El caso es que si que tengo algunas cosas en común con el personaje. Los líos de sábanas... NOOOOOOO. Tampoco la nómina, la casa, el uniforme... NOOOO. Algún perfil en los pacientes.

Hace unos años, un médico de sociedades médicas, se quejaba de la superficialidad de la relación médico-paciente. Que en consulta tan simpáticos y próximos y fuera ni le saludaban. Puede ser, todos cambiamos si nos quitamos el pijama. No siempre se nos reconoce. También hay que pensar que en consulta hemos de contar cosas que pueden resultar incómodas fuera. No deja de ser el médico.

Pero me resultaba relativamente extraña esa visión, desde el punto de vista de la relación fisioterapeuta-paciente. Porque mi experiencia es bien distinta. Pacientes que te quieren invitar al café, o acuden a la consulta sólo con la intención de presentarte al hijo recién nacido. Incluso pacientes que te invitan oficialmente a su boda.

 Y eso tiene relación con el tiempo que pasamos con nuestros pacientes. Un tiempo que les dedicamos a ellos solos. No todos, pero si muchos. 

Por el propio perfil de nuestro trabajo. Por el contacto íntimo que requiere nuestra actuación. Porque ya no nos tocamos y, delante del fisioterapeuta hay que desnudarse. El fisioterapeuta "toca", aunque sea con un único dedo (#dedoconcept) sobre un punto doloroso.

Nuestro trabajo va a contracorriente. Ahora la gente se saluda de lejos, se dice "Eyyy, ¿Cómo vas?", esperando que NO se lo cuente. Y vamos nosotros y le decimos "señale" y, tras observar, palpamos, exploramos y tratamos.


Mientras, pasamos un buen rato mano a mano. Y la conversación fluye. Otras, no queda más remedio que preguntar por temas que superan la lesión. El origen -porque no tratamos sólo síntomas- está donde está y hay que buscarlo. No soy psicóloga y, por tanto, no ejerzo de ello. Pero escucho muchas cosas. Escucho muchos problemas. Y la sombra de "Pablo" crece sobre la pared del fondo.

Problemas físicos agravados por problemas laborales, familiares, de pareja. Por estrés que nos supera, por depresiones, por ansiedad. Me hablan de problemas de pareja, de suicidios, de madre-padre-pareja-hijo con problemas que no saben por dónde coger... Alguna lágrima ya he recogido.

En algunos casos, escucho y anoto. Porque el cuerpo no es ajeno, ni a los sentimientos, ni a las relaciones, ni a la cabeza -a esa mucho menos-. He aconsejado ponerse en manos de un buen profesional -porque es mi obligación derivar-. Hay que quitar hierro a visitar a un psicólogo/psiquiatra. 

Otras veces, trabajo y escucho.





viernes, 2 de agosto de 2013

Y SI LA COMUNIDAD PAGARA COMO UNA SOCIEDAD

Hace unos días, leyendo una entrada sobre Sanitas aquí y su decisión unilateral de reducir un 16 % las tarifas de los tratamientos de fisioterapia, me dio por pensar. 

Pensé en mi nómina. En la nómina de la Comunidad de Madrid para fisioterapeutas de residencia de personas mayores a jornada completa. Nunca me lo había planteado. Pero, para hacer una comparación coherente, debemos hablar en los mismo términos. Más o menos, que esto no es mi fuerte.

Así que saqué mi nómina y me puse a echar cuentas por sesión de fisioterapia. Igual que hace Sanitas o cualquier otro seguro privado de salud.

1790 € brutos (de ahí se descuentan 480 € en concepto de IRPF, SS, paro y formación profesional, pero lo dejaremos en bruto).

Ahora, que no tenemos personal y, por tanto, me bajan menos residentes, tengo una media de 28 pacientes diarios. Ya digo que esto es Julio. En diez meses al año casi duplico ese número. Lo que hace un total de 588 tratamientos mensuales.

Bueno, estábamos con 1790 € y 588 tratamientos al mes. Ponemos de media 21 días de trabajo al mes. Y hago números: 

Resultado: Cada tratamiento me lo "pagan" a 3,04€ (Ya digo, en JULIO).

Entonces, veo la cosa desde un punto de vista diferente. Y muy clarito. LA FISIOTERAPIA VISTE MUCHO, PERO LA PAGAN POCO EN TODAS PARTES. No se si lo expliqué bien. 

Si, si, ya se que no pago las instalaciones, ni el agua, ni la luz. Es una pequeña aproximación.

Creo que la guerra es mucho más grande. Se trata de poner en valor nuestra profesión, de apoyar con investigación los beneficios y la reducción de costes (los famosos costes de la atención sanitaria). Porque todo se reduce a la pela, digo al céntimo. Si demuestro que ahorro seré bienvenida. Eso para las empresas. Y quien dice empresa, engloba la administración. Anda que no están dando guerra con la medicación. Y ese idioma no lo hablamos.

Si demuestro que los pacientes de su especialidad mejoran más rápidamente, que mejoran los resultados de su trabajo, los médicos también nos pondrán en valor. Como ya sucede en muchos equipos.

Que esta entrada no es para dar lástima, ni para decir "¡Mirar, a mi también me pagan poco!" Porque soy consciente que, a igual jornada y trabajo, hay compañeros que reciben menos. Creo que no es el momento de tirarnos el típico "¿De qué te quejas? Yo estoy peor". Sino tratar de mejorar todos. De ser correctamente valorados.

Sólo quiero hacer ver que el problema es más amplio. Quizá tengamos que hacer un cambio de objetivo, o de estrategia. No se. O todo.