Todas debemos hacer un seguimiento, una autoexploración que no todas sabemos hacer. Pues va siendo hora de ponernos las pilas. En el enlace podemos aprender cómo hacerlo y la metodología a seguir.
La realidad del cáncer de mama es que, un altísimo porcentaje, se cura. Que la vida sigue. Con sus revisiones, con sus espadas de Damocles cada 3, 6, 12 meses. Pero sigue.
Y ¿Qué puede aportar la fisioterapia? Pues mucho. Y no todos los profesionales lo saben. Algo que tiene que cambiar. Pues el desconocimiento hace que nuestras pacientes no se beneficien de ella.
Tras la cirugía, independientemente del tipo de intervención que se haya realizado, la fisioterapia ha de ser un tratamiento precoz.
No ya por el tratamiento de la cicatriz, para evitar adherencias, acelerar el proceso, etc. También existe un trabajo de educación y seguimiento. Existen ejercicios específicos para recuperar la funcionalidad, para evitar la pérdida de movilidad. Ejercicios respiratorios y para el brazo.
Los ejercicios respiratorios, diafragmáticos, costales bajos y costales altos, no sólo buscan recuperar capacidad respiratoria. También consiguen mejorar la postura, relajar e influir en la movilidad de cuello y hombro.
Los ejercicios de movilidad del brazo, tampoco son exclusivamente para recuperar la movilidad. También previenen la aparición del linfedema.
Principalmente, son ejercicios progresivos y lentos, que se pueden realizar sentadas:
- Flexionar el hombro, abriendo y cerrando la mano (como si bombeáramos) y bajarlo de nuevo.
- Separar el brazo del cuerpo (sin elevar el hombro, ni inclinar el tronco), abriendo y cerrando la mano.
- Frente a una mesa, con un paño en la mano, alejar la mano resbalando por la mesa.
- De lado a la mesa, realizar barridos hacia delante y detrás.
Son unos pocos, con los que iniciar el tratamiento. Y esto ha de realizarse en el mismo hospital, tras la intervención, antes del alta. Actuar precozmente es clave para prevenir.
Pero al irse de alta, el fisioterapeuta ha de hacer un seguimiento. Ir cambiando los ejercicios a realizar en el domicilio, aconsejar una frecuencia lógica (2-3 veces al día, todos los días y unos 30 minutos por sesión), corregir dudas de ejecución y realizar mediciones.
Si hay que medir periódicamente. Para descubrir precozmente la aparición de un aumento de volumen en el brazo afectado. Y así iniciar el drenaje linfático manual y demás medidas terapéuticas lo antes posible.
Ahora, levantar la vista del ordenador y mover el cuello y los hombros, no vayais a tener una contractura.
Gracias por el artículo, Olga. Sobre todo por el enlace que has facilitado para hacer correctamente la autoexploración, he de confesar que tengo que ponerme las pilas en este tema.
ResponderEliminarAbrazos!!
Gracias Paloma, por pasarte por aquí. Realmente es algo así como "mañana miro cómo se hace y me pongo a ello" y ese día nunca llega.
ResponderEliminarAbrazos!!
Hola y gracias por el articulo, soy estudiante de TSU en fisioterapia, 6to semestre. A mi abuela están próximo a realizarle una masectomia radical, cuales ejercicios me recomiendas que ayuden a bombear la linfa?
ResponderEliminarPara conctacto richardmejias182@hotmail.com
Gracias!