No se si por trabajar en geriatría, o sólo por ser fisioterapeuta, o sanitaria en general, el caso es que veo muchas sillas de ruedas. No sólo en la residencia, sino por la calle, los centros comerciales, paseos peatonales, etc. Algunas son autopropulsadas o otras no, manuales o eléctricas, deportivas, infantiles, adaptadas, etc.
Pero en todos los casos me pregunto ¿Quién asesora sobre la silla de ruedas?¿Es sólo el precio?¿el color?¿las dimensiones de las puertas de casa o del ascensor? Que de todo he visto yo.
Me parece a mi que muchas veces se olvida la unidad de medida principal: el usuario. Sus características son las primeras que han de orientar a la hora de elegir un modelo. Si, después vienen las otras consideraciones que no digo yo que no. Pero, en lo posible, debe primar el que va a pasar más horas en la susodicha silla.
Así las cosas ¿Sabemos que talla elegir? Si, si, las sillas tienen tallas, o distintas medidas. A modo orientativo, podemos tener estos puntos bien presentes:
Asiento demasiado ancho hace perder la simetría de la posición y si es muy estrecho aumentan las presiones. Igual que si es corto, pues toda la presión recae en las nalgas. Si es muy largo, presiona sobre la zona posterior de las rodillas y estimula que el usuario resbale hacia delante. Demasiado blandito hace que se hunda y los muslos y las rodillas se empujen y presionen. Por tanto, el asiento ha de ser firme para regular las presiones, es mejor que -estando bien sentado y pegado al respaldo- exista una distancia con el hueco de la rodilla de dos dedos. Así mismo, la media de ancho se puede calcular colocando a los lados del usuario dos libros y midiendo esa distancia, que será el ancho del usuario sentado. Dejemos un par de centímetros por cada lado.
Respaldo del asiento también es un dato a valorar. El ángulo más eficiente para las actividades diarias es el de 90º entre muslos y tronco. Un respaldo anatómico nos lo puede proporcionar, pues se adapta al contorno de nuestra espalda. Su altura debe cubrir toda la región lumbar. Después variará según el usuario: En lesionados medulares más altos, respaldos más altos. Mejor si está ligeramente inclinado hacia atrás, para que la fuerza de gravedad caiga sobre el pecho y ayude a mantener la postura estable.
Reposapies ayuda a mantener el ángulo ya comentado de la cadera, además de dar más comodidad si mantiene también una flexión de 90º en rodillas y tobillos. Por tanto, los pies debe apoyarse completamente en ellos. Si están bajos, resbalarán para apoyarse y perderán la postura de rodillas, cadera y espalda. si están muy altos aumentará la presión en las nalgas.
Reposabrazos No sólo son buenos para los brazos, también para el cuello. Una buena altura es aquella que permite que descanse el antebrazo, con el codo a 90º. Muy altos prococan dolores en cuello y hombros por forzar la postura de estos últimos. Si están muy bajos, el usuario tenderá a dejarse caer, para utilizarlos.
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