Con las personas mayores, como con los niños, corremos el peligro de hacerlo todo para terminar antes. El tiempo es el gran enemigo de todito todo. Que si hay que levantar a ciento, que si la mitad antes de las nueve, que si tocan mil duchas, que si la medicación de la planta, que si las grúas, que si tal... Vamos corriendo por las habitaciones, por las plantas, por los pasillos. Como si la vida fuera un paso por delante.
Y, si encima el usuario-paciente-abuelo, se deja hacer, pues tenemos la ecuación perfecta.
Hoy subí a una planta para echar un vistazo. Movilidad, ergonomía, riesgo de caídas, ayudas técnicas, autonomía, equilibrio y demás cosas que miramos los fisioterapeutas por las plantas a horas intempestivas, como la de levantar.
Así entré en la habitación de Adela. ciento cuatro años muy apañados. Hace uno mes y medio se cayó y creyó que no volvería a caminar. Pero no quisimos darle la razón y por ahí va, con su andador. Sin embargo, hay cosas que empiezan a llamar la atención. Con la tontería de charlar con ella y su auxiliar de referencia, estuve en el aseo y vestido. Ya de paso echando una mano, que una no vale para estar de brazos cruzados. Y cuando le ponen el sujetador, se queda a la espera, mientras abrochan los corchetes.
- Adela, hija, recolócate los pechos que se te escapan.
- No - Me responde, mirando a ninguna parte.
- ¿Cómo que no?
- No, que ella lo hace mejor - añade, cabeceando hacia la compañera-.
- Pero si no te pasa nada en los brazos.
- Que no.
Son pequeños gestos, pequeños detalles que nos dan la alerta. No hay ningún tipo de limitación para ese gesto, ni tronco, ni hombros, ni codos, ni manos. Ni mucho menos en los pechos.
Sin embargo, es otro pequeños detalle de cierta rendición. Poco a poco.
Mañana la voy a poner una parrilla nueva de ejercicios para miembro superior. Y otro para el amor propio de una mujer que ha sido tan batalladora.
Me ha encantado la entrada, una muy buena crítica!
ResponderEliminarFalta educación o concienciación en ese aspecto. Y no sólo para el cuidador o enfermero, sino también para el paciente o anciano. Estamos de acuerdo en que la mayoría de veces el sistema no ayuda (muchas personas que atender en poco tiempo) pero eso no debería ser una excusa. Que la persona mantenga un mínimo de independencia en las cosas que puede hacer es muy importante! Por la libertad que eso supone y para mantener las capacidades...
Un saludo, Olga!
Hola guapa, gracias por tus palabras. Mucho se solucionaría con un poco de organización y firmeza (para ellos y para con nosotros). Pero la inercia es muuuu mala.
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